lunes, 16 de abril de 2007

Malditos los pingüinos, malditos



Mi trabajo me ha obligado a tener una relación relativamente estrecha con los líderes del movimiento secundario. Y la semana pasada, la verdad, me salí de mis casillas con estos niños. En una actitud propia de su edad, citan a conferencia de prensa, a las 17:00. Como ya los conocemos, los periodistas aparecimos en el lugar de su dichosa "asamblea" a eso de las 20:00... A las 21:30, se nos acerca un supuesto dirigente a decirnos que "nos vamos a movilizar, así que la María Jesús (Sanhueza, la "Joshu") va a leer un comunicado.
Nos preparamos para eso. El fotógrafo presente empieza a disparar, los camarógrafos prenden las luces (la asamblea era al aire libre, en la plaza Almagro). Tras eso, pasaron sólo un par de segundos para tener un par de escolares flaites amenazándonos con que nos iban a pegar si no apagábamos las cámaras...
Al final, estos cabros no resolvieron nada (cómo hacerlo, si se dedicaron a puro hueviar durante todo el rato que, al menos, yo estuve presente) y nos quedamos, una vez más, comiéndonos el plantón por culpa de estos cabros chicos que se creyeron un cuento que no les corresponde. El nivel de debate que pude escuchar me hizo quedar convencido que se necesitan cambios en la educación pública.
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1 comentario:

Valjean dijo...

Tienes razón en el ojo crítico hacia los "niños". Pero, no hay que negar que cuando empezó este movimiento había algo más que tonteras y leseras de ir a tirar piedras o sentarse en la Alameda a detener el tránsito. Sin embargo, se pasó luego al manoseado-pero cierto- término de la hiperventilación; pero, no hay que negar que hubo un aporte en contenidos e ideas, y ello no se puede olvidar.