lunes, 21 de mayo de 2007

Discurso del 21 de mayo: hacia la presidencia


Bachelet se vio mucho menos titubeante que en otras ocasiones. Creo que es la vez en que más le he creído que sabía de qué estaba hablando.
De los anuncios, en realidad no hay mucho que esperar, porque siempre el discurso del 21 de mayo se caracteriza por el presidente(a) disparando una metralleta de anuncios que al final poco y nada se materializan.
Lo que sí creo, es que por primera vez Bachelet dejó de lado la emocionalidad, y esa eterna mirada en contrapicado del resto del mundo político, al que tiene que ver hacia arriba sólo por el hecho de ser mujer. Se mostró segura, con presencia al momento de frenar los griteríos de los deudores habitacionales (una pará de carros al mejor estilo Lagos: "entendemos su problema pero ahora le estamos dando la cuenta pública a la nación"). Eso, se agradece, porque el paternalismo chileno hace necesaria la figura paterna en la institución del Presidente de la República.
Puede que la Bachelet se esté perfilando por fin, tras un año y dos meses de Gobierno, hacia su graduación de Primer Mandatario. Para ello sólo falta que entienda que su presencia en momentos críticos como en Chiguayante el año pasado, o en Aisén en abril pasado, no es buena, porque la gente, desesperada, se le va a ir encima. Y que para evitar que eso suceda, tiene una veintena de ministros que le sirvan como "tapones", para que ellos, que no tienen la jineta política tan marcada, sean quienes reciban las quejas de la gente. Sólo después debería aparecer la Presidenta.
Falta eso, y por cierto, que ponga sesos para mejorar el Transantiago.
Por tanto, el balance es un poco positivo (o menos negativo) para Michelle, aunque ya el daño esté hecho y hayamos tenido que padecer todos los chilenos que el 53,5% de ellos haya caído por el ahora olvidado "carisma" de Bachelet.

2 comentarios:

Ximena dijo...

Mmm… a mí la señora Bachelet no me logra convencer. Debe ser que está demasiado rubia como para ser realmente inteligente. Y sí, por momentos parece que el señor Lagos se le metió por debajo de la piel, porque hasta agarró el mismo tono para retar a la gente. El único detalle es que la SEÑORA Bachelet es exactamente eso..una señora y no un señor y está bien lejos de representar ni un poco de paternalidad.
Lo terrible es que esperábamos lo peor… y algunos nos conformamos con que haya salido del paso sin humillaciones de por medio ¿No será que nos estamos conformando con muy poco? Parece que es lo que hay

PAIN dijo...

Gracias por tus palabras, Ximena. La verdad es que es que concuerdo contigo en que es momento de nivelar hacia arriba.