sábado, 21 de abril de 2007

Los regalos deberían de llegar


Regalos de empresas, a tu casa, sin ningún costo.
Suena demasiado maravilloso como para ser real, pero es la moda desde hace algún tiempo en la internet.
Lo descubrí hace un par de meses, y funciona: muchos de ellos llegan a Chile.
Claro, no son regalos muy caros, pero la magia está en recoger el correo y ver que hay un sobre que viene de una parte muy lejana.
A mí, hasta el momento me han llegado envíos desde el Reino Unido (unos stickers de Ferrari), de Bélgica (Revistas y un DVD de la Otán), y de Estados Unidos (Un libro con oraciones para Semana Santa).
Ése es el otro punto... Lo que más prolifera entre estos envíos son los que te mandan chapitas, pulseras y crucecitas de iglesias ínfimas.
Si no te interesan, recomendaría descartarlo de plano y abocarte a los llaveros, lápices, poleras y demases que se pueden encontrar en la web.
Hay que considerar, eso sí, que obviamente nuestra Latinoamérica es la más retrasada en el cuento, y las empresas de este lado no envían nada a nadie. Ni regalos de cortesía, ni muestras gratis ni nada.
Por eso, es recomendable saber un poco de inglés y ponerse a surfear en la web, los regalos que son enviados a todo el mundo. Para que te lleguen, es importante que conozcas el código postal de tu casa, que puedes obtener en menos de un minuto en la página de correos.
Una vez que lo consigas, ya puedes empezar a pedir regalillos...
Por ejemplo, si quieres recibir una guía sobre fisicoculturismo, entra acá.
(En permanente actualización)

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