lunes, 13 de agosto de 2007

Cambios en el Ministerio de Salud

Ésta es de esas noticias chicas, que generalmente en un diario iría perdida entre los breves, pese a que sus implicancias pueden ser grandes.
Ocurre que el Ministerio de Salud cambiará su jefe de comunicaciones, donde Alejandra Fiabane le dejará su lugar a Mario Aguilera.
Un PS por otro, dirán.
Pero quienes han debido lidiar reporteando las noticias provenientes del edificio de Monjitas con Mac Iver sabrán que el año y medio en la jefatura de Fiabane ha resultado "difícil", por simplificarlo al máximo.
Una estrategia comunicacional basada en el secretismo, donde las cifras oficiales siempre están "limpias" y todo aparece como un éxito, llevaron incluso a quejas formales contra la ministra del ramo, María Soledad Barría, e incluso reclamos ante el Colegio de Periodistas, tras un confuso incidente en el que Fiabane supuestamente llamó al editor de TVN para preguntar por las sanciones que pondría el canal en contra de la periodista que realizó una nota sobre infecciones intrahospitalarias en la Posta Central.
Otro elemento a considerar es que hace un par de meses, casi producto del azar, todos los periodistas que cubrían el sector empezaron a irse. Ermy Araya, de La Nación, pasó "al lado oscuro": ahora ocupa un cargo en el departamento de comunicaciones del Ministerio en cuestión. Carola Vera, de Radio Biobío, pasó a editar. Por su parte, Daniela Varas, de El Mercurio, se fue a una agencia de comunicaciones.
De los "viejos" sólo quedan Pamela Morales, de TVN; Hernán Hernández, de radio W; y Hernán Cornejo, de la agencia UPI.
En ese sentido, toda la nueva camada de periodistas del sector (Sebastián Zúñiga, de Biobío; Carlos González, de La Nación; y otros) no se contaminarán con esa tensión existente entre los medios y la jefatura de comunicaciones actual, que cesa sus funciones el 31 de agosto.
El primero de septiembre llegará Mario Aguilera, un hombre con un recorrido que incluye pasos por TVN, Diario Siete, Servicio Agrícola y Ganadero, sólo por nombrar los últimos.
¿Qué tanto podrá cambiar el panorama con su llegada?
En realidad la respuesta más probable es "no mucho". Primero, porque los bloqueos de fuentes, las tramitaciones eternas y las pautas sorpresivas respecto de un tema que estás reporteando tú solo parecen ser parte de un orden que lo impone La Moneda.
En segundo término, porque Fiabane dejará su cargo de jefa de comunicaciones para asumir un cargo como asesora de la ministra Barría en temas éticos. Es decir, la intención del ministerio está lejos de renovar o darle un giro a su relación con los medios.
Y en tercer lugar, porque los problemas de la salud pública chilena continuarán por un gran lapso de tiempo, independiente de quién esté al frente.

No hay comentarios: